La Historia de Erika Buenfil: De la Estrella de Telenovelas a Reina de TikTok
La joven Erika llegó al mundo del espectáculo siendo apenas una adolescente. Fue a finales de los 70 cuando dio sus primeros pasos en la televisión, pero no fue sino hasta 1981 cuando alcanzó la fama con su participación en la telenovela El Derecho de Nacer, donde compartió créditos con la icónica Verónica Castro. Este proyecto marcó el comienzo de una carrera llena de éxitos en el medio. Con su talento y carisma, Erika se ganó rápidamente un lugar destacado en el corazón de los mexicanos.
A lo largo de los años, Erika continuó cosechando logros en la televisión, el cine e incluso la música. No obstante, sería en la actuación donde realmente alcanzaría sus mayores éxitos. Participó en algunas de las telenovelas más importantes de su tiempo, como Angélica del engaño, Amor en silencio y Vida robada, entre otras. Estas producciones la consolidaron como una de las actrices más importantes de la televisión mexicana.tv
Aunque siempre se mantuvo alejada de los escándalos, la vida personal de Erika también fue noticia en varias ocasiones. En los años 90, se dio a conocer su relación con el cantante Luis Miguel. Un romance que comenzó con un encuentro casual en uno de sus conciertos y que, aunque breve, dejó una huella importante en la actriz. Sin embargo, su historia de amor más significativa fue la que vivió con Ernesto Zedillo Jr., hijo de un ex presidente de México, con quien tuvo a su hijo Nicolás.
El embarazo de Erika fue un tema delicado en su vida, ya que enfrentó tanto la desaprobación de su familia como el abandono de Zedillo Jr. Durante este tiempo, Erika mostró una gran fortaleza al enfrentar las adversidades, apoyada por su familia, aunque las dificultades continuaron al ver cómo el padre de su hijo contraía matrimonio con otra mujer. A pesar de todo, Erika nunca permitió que Nicolás tuviera contacto con su padre, protegiéndolo y hablándole siempre con cariño sobre él.
Con el paso del tiempo, las oportunidades de trabajo en la televisión para Erika comenzaron a disminuir. La llegada de nuevas generaciones de actores y la evolución del mundo del espectáculo provocaron que su participación en telenovelas fuera cada vez más limitada. Esta situación culminó en 2019, cuando Televisa, la empresa para la que trabajó durante 40 años, decidió no renovar su contrato de exclusividad. Este golpe representó un duro desafío emocional para Erika, quien sufrió una crisis de autoestima y pasó por un periodo de depresión.
No obstante, Erika demostró una vez más su resiliencia. Con el apoyo de su hijo Nicolás, la actriz se lanzó a un nuevo proyecto: su canal de YouTube, Está Sonando con la Buenfil. Lo que comenzó como una producción casera rápidamente se convirtió en un fenómeno digital, ganando miles de seguidores y transformándose en un éxito rotundo. Con un equipo de profesionales detrás de ella, Erika logró reinventarse y volver a brillar, pero esta vez en un formato completamente nuevo.
El regreso de Erika a la televisión llegó con su participación en la telenovela Te Doy la Vida, y aunque su carrera en la pequeña pantalla no ha vuelto a ser la misma, el mundo de las redes sociales le dio una nueva oportunidad. Con la llegada de TikTok, la actriz logró conquistar esta plataforma, convirtiéndose en una de las figuras más populares. Sus videos divertidos y su capacidad para conectar con audiencias de todas las edades la hicieron ganar el título de “Reina de TikTok”.
A pesar de las críticas de quienes consideran que ya no debería estar en plataformas como TikTok, Erika ha sabido mantenerse firme. Su actitud positiva y su habilidad para convertir las adversidades en oportunidades han sido clave en su éxito. Con una gran actitud, Erika ha logrado demostrar que la edad no es un impedimento para adaptarse a los nuevos tiempos y continuar siendo relevante en el mundo del entretenimiento.
Hoy en día, Erika Buenfil no solo es una actriz que sigue dejando huella en el mundo de la televisión, sino también una influencer digital, un ejemplo de resiliencia y una mujer que ha sabido mantenerse vigente a lo largo de los años. Su historia, marcada por los altibajos, es un testimonio de su fortaleza y determinación para seguir adelante. Y, lo más importante, nunca perdió de vista lo más valioso para ella: su hijo Nicolás.
